Reseña: “Creepshow” (1982). Adaptación al cómic

Adaptación a cómic de Creepshow de Stephen King

Viajamos hacia atrás en el tiempo a 1954, y Stephen King es tan solo un niño, un niño normal y corriente como otro cualquiera, aunque te cueste creerlo. Y como tantos otros chicos de su edad, su tiempo libre se divide entre jugar al béisbol, acudir a las sesiones matutinas del sábado en las que proyectan películas de monstruos, y leer macabras historietas de terror. El escritor, muchos años después, recordaría el papel que desempeñaron en su infancia esos cómics repletos de crímenes, sangre y criaturas grotescas: «Cuando descubrí los cómics de terror, pensé que era un mundo completamente nuevo. Y, durante un tiempo, estuve muy interesado, y traté de ir más lejos». Su madre no tenía problema alguno con aquellos tebeos de gusto ciertamente cuestionable; si bien no eran de su agrado, jamás juzgó necesario prohibir a su hijo leerlos. Sin embargo, esta circunstancia no se repetiría en la mayoría de los hogares del país.

Ese mismo año se publicó el infame libro Seduction of the Innocent escrito por el psiquiatra Fredric Wertham. Este libro se utilizó como referencia durante la celebración de distintas audiencias en el Senado de Estados Unidos, en las cuales, se discutía la creciente curva de delincuencia juvenil y la relación que esta guardaba con los cómics de terror y crimen que leían los chavales. Se acordó la creación de un organismo de autorregulación, denominado Comics Code Authority, que estipulaba a las editoriales seguir un estricto protocolo que les prohibía incluir en sus publicaciones cualquier tipo de material susceptible de herir la sensibilidad y resultar ofensivo. Entre los puntos más destacados del decálogo de la CCA se listaban la prohibición del uso de las palabras terror y horror en los títulos, el excesivo derramamiento de sangre, la depravación, lujuria, instrumentos asociados a la muerte viviente, la tortura, los vampiros, los espíritus, el canibalismo y la licantropía. Esta censura llevó a la cancelación de los títulos de horror de EC Comics. El resto de editoriales, para evitar caer en la misma desgracia, no vieron más alternativas que resignarse y cumplir las órdenes.

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«Luego comenzó a verse eso de “Aprobado por el código de los cómics” en las esquinas, y fue como ir a una película para menores de 13 años [...], en realidad no veías cosas asquerosas. Y quería historias en las que pasaran cosas asquerosas»
Stephen King
Casi tres décadas más tarde, en 1982, George Romero y Stephen King recordaron con nostalgia esos tebeos y se propusieron rendir homenaje a esas cruentas historias de los cómics de EC que leían siendo niños, llevando a la pantalla de cine una serie antológica de relatos de horror bajo el título Creepshow. Para promocionar la película se lanzó también una adaptación en formato cómic. Y para el apartado artístico se confió en Bernie Wrightson, experimentado dibujante que ya había realizado trabajos para diversas revistas de terror y que volvería a colaborar asiduamente con Stephen King.
  

Portada original del cómic Creepshow de Stephen King

Portada original de Stephen King's Creepshow © 1982. El autor leyendo un ejemplar.


Argumento

La feria de los horrores ha llegado a la ciudad. Vuelves a ser el niño que eras, vacías tu hucha, coges todos tus ahorros y te preparas para un espectáculo de auténtico espanto. Eso es Creepshow, un divertido trayecto en el tren del terror. Tu guía en este viaje es el decrépito Creepy, y será tu acompañante a lo largo de la narración de todos y cada uno de los relatos que conforman esta antología de cuentos terroríficos, aportando siempre su peculiar pátina de humor negro.

Los protagonistas de estas historias mirarán de frente al terror, y este les atormentará y perseguirá. No son precisamente unos angelitos y sus malas acciones no quedarán impunes. Todos recibirán su merecido.

Opinión personal

Todas las historias de Creepshow parecen querer empujarnos al abismo de la crueldad y los defectos del ser humano, revelando nuestros más primitivos instintos y ahondando en lo macabro de nuestros más oscuros pensamientos. Es el ingrediente esencial de las historias que se imprimieron en cabeceras clásicas de EC Comics como Tales from the Crypt, The Vault of Horror y Crime SuspenStories, donde los guiones se construían con sencillez, pensados para impactar en el lector con un giro final sorprendente. Generalmente, estos finales se utilizaban para escarmentar a los protagonistas por los actos atroces que habían cometido. De este modo, el horror cobraba forma y se convertía en una fuerza redentora que perseguía al verdadero mal, camuflado bajo la apariencia de personas normales, y les daba una merecida y mortal lección.

El artista Bernie Wrightson aporta su particular y reconocible toque a los dibujos, con un estilo realista que nos retrotrae a las clásicos cómics de Creepy e Eerie de la Warren Publishing (editorial que cesó sus operaciones en 1983, apenas un año después de la publicación de este cómic). Especializado en retratar en viñetas a muertos vivientes, monstruos de toda índole y ostentosos escenarios góticos, el artista despliega aquí todos sus recursos para captar el horror de las historias de Creepshow. La portada del cómic, en cambio, corresponde a Jack Kamen, que cuela un pequeño guiño a King y Romero incluyendo los carteles de las películas de algunas de sus obras.

El día del padre

El relato que abre el volumen nos da a conocer a los Grantham, unos sinvergüenzas de tomo y lomo que viven acomodadamente gracias a la fortuna que han heredado al fallecer el patriarca de la familia. Aunque, cabría decir, que su muerte no ocurrió del modo más natural posible. Nathan Grantham fue brutalmente asesinado a manos de su propia hija, Bedelia, en venganza por haber ordenado matar a su pretendiente. El argumento es todo un melodrama digno del más enrevesado culebrón, hasta que las puertas de lo sobrenatural se abren para dar la bienvenida a un terrorífico visitante, tan inesperado como indeseado, que transforma la historia en un cuento de auténtico horror. 

El día del padre (Creepshow de Stephen King)

Páginas interiores de El día del padre.


La historia se traduce como la representación del «no hay crimen sin castigo». Como cabría esperar, Stephen King se encarga de escribir esta historia con muerto viviente incluido aprovechando que el maestro George Romero, director de películas tan definitorias en el género de terror como Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes) y Dawn of the Dead (Zombi), se haría con los mandos de la dirección del filme.

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«Pasara lo que pasase...Hank...¡El viejo se merecía morir! ¡Era un monstruo! Y si lo mató ella, ¡pues bravo por ella!»
Richard Grantham

Edición de Stephen King's Creepshow publicada por Editorial Planeta (Planeta Cómic) © 2019. Traducción de Diego de los Santos.


La solitaria muerte de Jordy Verrill

Un objeto incandescente procedente del espacio exterior cruza los cielos a gran velocidad y termina estrellándose de forma estrepitosa en los campos de una granja de Estados Unidos. ¿No os suena a la llegada de Superman a la Tierra? Ciertamente lo parece, pero lo que Jordy Verrill encuentra en su propiedad no es exactamente un niño alienígena, sino más bien una tóxica kryptonita, con la que pretende sacar dinero. Al contacto con el meteorito, el no muy avispado Jordy, comienza a sufrir una espantosa mutación que lo va transformando poco a poco en una grotesca planta. 

Páginas interiores de La solitaria muerte de Jordy Verrill.


Se aprecia cierta similitud con el relato El color del espacio exterior de H.P. Lovecraft, en donde los seres vivos mutan tras el impacto de un meteorito en una zona cercana a una granja. La representación de Jordy como un ser cubierto de hojas y musgo nos trae también a la memoria a Swamp Thing, personaje de cómic creado por Len Wein y Bernie Wrightson —casualmente el dibujante de Creepshow en las páginas de la colección House of Mystery.

La caja

Muchos escritores de misterio se han planteado alguna vez si existe un modo de perpetrar el crimen perfecto (en sus historias, quiero decir). Bien, pues eso es algo que podrás descubrir leyendo La caja, la más extensa de las cinco historias que componen la antología. El conserje de la universidad encuentra por casualidad una misteriosa y antigua caja de madera escondida bajo las escaleras. Él y el profesor Stanley deciden abrirla sin sospechar que en su interior aguarda una terrible criatura hambrienta de carne humana, con grandes colmillos y afiladas garras. Este relato se basa en una historia firmada por el propio autor y publicada originalmente en la revista para adultos Gallery en 1979.

Páginas interiores de La caja.


Si hay algo que caracterizaba a los títulos clásicos de cómics de horror era su enfoque claramente misógino, convirtiendo a las mujeres de sus historias en víctimas de salvajes torturas y cruentos asesinatos. Stephen King toma ese esquema y lo emplea especialmente en el desenlace de esta historia.

La marea

Harry Wentworth tiene el agua hasta el cuello, literalmente. Sus escarceos con Becky a espaldas de su marido no van a traerle más que disgustos (y ella tampoco se librará). Consciente del fatal destino que le aguarda, Harry se encuentra en una muy mala situación, digna de un macabro relato de Edgar Allan Poe, atrapado y enterrado en una playa mientras la marea asciende y lo cubre todo a su paso. Todo forma parte del plan de venganza de Richard, el marido de Becky, al sentirse traicionado por su infidelidad. Claro que, si el adulterio es un pecado, el asesinato es el peor de ellos. ¿Qué castigo le espera entonces a Richard por su atroz venganza? Las mareas van y vienen.

Páginas interiores de La marea.


La invasión de las cucarachas

Esta es una de esas historias no aptas para fóbicos de los insectos, recuerda que te avisé. Todo comienza en el aséptico y pulcro apartamento de Upson Pratt, un hombre hecho a sí mismo que ha llegado a lo más alto a base de pisotear a los que están debajo. Para el señor Pratt, todo aquel que se interponga en el camino hacia sus intereses, no es más que un miserable bicho al que es preciso exterminar, una cucaracha merecedora de un buen pisotón. Pero las cucarachas se rebelarán y saldrán a montones de sus escondrijos, imparables, dispuestas a hacerle pasar al señor Pratt la peor noche de su vida.

Páginas interiores de La invasión de las cucarachas.



«¡Yo me crie en una barriada! ¡Había bichos por todas partes! Sé lo que tengo que hacer con un bicho cuando lo veo: ¡Rociarlo con insecticida! ¡Aplastarlo! ¡Matarlo!»
Upson Pratt

Si te gusta Creepshow...

...te encantará su traslación a la pantalla, sentirás que las viñetas cobran vida. En caso de que le hayas cogido el gusto al formato episódico, existe otra película de relatos de terror escrita por Stephen King titulada Los ojos del gato que no tiene desperdicio. Y si te gustan los cómics también puedes acercarte a la serie American Vampire que coescribe (en su primer volumen) junto a Scott Snyder (Batman, Wytches).


Espero que te haya gustado la reseña y ahora sientas interés por este cómic. Anímate a leerlo y déjame tus impresiones en los comentarios.


Valoración: 🎈🎈🎈

Leído hoy en día resulta nostálgico. Perfecto para un plan de Halloween a la luz de una linterna.

Comentarios

  1. Una película entrañable en manos de dos maestros del género. Como sucede en las películas de episodios, Creepshow es algo irregular. A mí me gustan sobre todo el de la caja con el monstruo dentro, que es un bicho letal pero simpático, y el de Leslie Nielsen convertido en un cruel psicópata vengador. En este último el ambiente desolado de la playa contribuye mucho al angustioso resultado final: no hay nadie en este panorama desolado y tu muerte será solitaria, ignorada y horrible. El de las cucarachas está bien, con un magnate cruel, hipocondríaco y paródico que devora a sus adversarios sin piedad y acabará siendo devorado a su vez por un ejército de bichitos con mala uva. Capitalismo caníbal. El escenario frío y estéril del apartamento del magnate causa gran angustia. Y las cucarachas aparecen primero tímidamente, pero luego se multiplican y multiplican hasta la pesadilla definitiva. Los dos episodios más flojos para mi gusto son el del zombi, aunque lo de quiero mi tarta Bedelia resulta muy divertido, y el de la transformación de King, el granjero sucio y paleto, en una enorme lechuga. En general, el tono de humor negro, la recreación de los colores y el formato de los cómics macabros y el prólogo y el epílogo están muy logrados. No es una película perfecta, pero es un pequeño clásico.

    Saludos cordiales.

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    Respuestas
    1. La película me parece fantástica y es precursora de una nueva oleada de antologías de terror hechas para cine como «Los ojos del gato», también de Stephen King, o «Bolsa de cadáveres» de John Carpenter y Tobe Hooper. La secuela de «Creepshow» también tiene una buena selección de historias.

      En cuanto a la adaptación a cómic, creo que es un deleite enfocado especialmente a los admiradores del arte de Bernie Wrightson. No puede faltar en la colección de cualquier seguidor del autor y los tebeos de terror.

      Gracias por pasarte a comentar.

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  2. Sí, la segunda parte de "Creepshow" está bastante bien, sobre todo el primer episodio, el del indio de madera vengador. La vi de pequeño y todavía recuerdo el miedo que me dio cuando el jefe indio de palo soltaba su grito de guerra hueco. Los episodios de la mancha negra del lago y del atropellado no son tampoco nada malos. Son ingeniosos y entretenidos. Creo que fueron los ingleses quienes pusieron de moda antes de Hollywood las películas de terror de episodios. Pienso en la estupenda "Al morir la noche" (1945) y luego las que manufacturaron la Hammer y la Amicus desde los 60: "Doctor Terror", "Condenados de ultratumba", "Refugio macabro" y unas cuantas más. Son muy recomendables.

    ¿Qué te parece la filmografía de George A. Romero? A mí me parece que quedó muy marcado, demasiado, por "La noche de los muertos vivientes" y que no se pudo quitar el sambenito de "director de una sola película; acertó por casualidad." Es creo una valoración injusta, pero muy habitual. A mí sus pelis de zombis, al margen de que inventan el género tal y como lo conocemos, lo que no es poco mérito, me gustan, tienen fuerza, mala leche, y una lectura social y crítica original. Y fuera de sus zombis, Romero acertó con "Creepshow" o "Atracción diabólica", la de la mona enamorada del atleta tetrapléjico, que está muy bien rodada y no tiene ni una gota de sangre o vísceras. Claro que al ser un director realmente independiente muchos de los proyectos de Romero se quedaron sobre el papel y nunca se libró de ser un tipo hasta cierto punto marginal dentro de la industria. De todas sus pelis, es fascinante "Martin", que rodó sin presupuesto y entre amigos en Pittsburgh, al estilo de "La noche." Es una película extrañísima, de autor, con un adolescente rarito que es o cree ser un vampiro y obra en consecuencia. Todo en un entorno deprimente, de crisis económica, barrios decadentes, delincuencia y una familia de origen centroeuropeo que por lo visto arrastra desde generaciones la maldición de Nosferatu. La he visto varias veces y me parece una verdadera joya. Una película única en la historia del cine de terror.

    Saludos cordiales.

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