The Guardian entrevista a Stephen King

Entrevista a Stephen King sobre El Instituto (The Guardian)

Nacido en Maine en 1947, Stephen King escribió su primera novela publicada, Carrie, en 1974, y ha pasado el siguiente medio siglo documentando los monstruos y héroes de los pequeños pueblos de Estados Unidos. Su galería de personajes abarca desde payasos asesinos y coches demoníacos hasta admiradores psicóticos y políticos populistas desquiciados.

Entre sus libros más queridos se encuentran Apocalipsis, It, La zona muerta y Cementerio de animales. La última novela de King, El Instituto, gira en torno a un campo de entrenamiento totalitario para niños telequinéticos. Los niños entran, pero no salen.

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«A todo el mundo le gusta que los monstruos imaginarios sustituyan a los reales.»
Stephen King
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Pregunta: Carrie se publicó con el telón de fondo del Watergate, Vietnam y el secuestro de Patty Hearst. ¿Es Estados Unidos un lugar más o menos aterrador sobre el que escribir ahora?

Stephen King: El mundo es un lugar que da miedo, no solo Estados Unidos. Estamos en la casa del terror en el tren fantasma, si lo prefieres de por vida. Los sustos van y vienen, pero a todo el mundo le gusta que los monstruos imaginarios sustituyan a los reales.

P: El Instituto trata de un campo de concentración para niños, atendido por factótums implacables. ¿Hasta qué punto las políticas de inmigración de Trump afectaron al libro?

King: Las políticas de inmigración de Trump no tuvieron impacto en el libro, porque fue escrito antes de que ese incompetente imbécil llegara a la presidencia. Los niños son encarcelados y esclavizados en todo el mundo. Esperemos que las personas que lean El Instituto encuentren un acorde resonante con las políticas crueles y raciales de esta administración.

P: Usted se crio en un hogar republicano de clase trabajadora. ¿Qué diría su madre del Partido Republicano actual?

King: Mi madre abandonó el Partido Republicano la última vez que votó y lo hizo a favor de George McGovern. Odiaba la guerra de Vietnam. Juré guardar el secreto, pero creo que eso ya ha prescrito. En Maine, muchos republicanos son más morados que rojos. Así es como la senadora Susan Collins sigue deslizándose.

P: A pesar de todos los terrores de su obra, hay una fe subyacente en la decencia humana básica. Esto sugiere que cree que la mayoría de la gente es básicamente buena.

King: Sí, la mayoría de la gente es buena. Hay más gente dispuesta a impedir un atentado terrorista que a iniciarlo. Simplemente no aparecen en las noticias.


El Insituto, de Stephen King

El Instituto, de Stephen King.


P: Empezó siendo despreciado por el establishment literario como un humilde vendedor de terror barato. Ahora es un alabado tesoro nacional. ¿Qué se siente al ser respetable?

King: Se siente bien ser al menos medio respetado. He sobrevivido a la mayoría de mis críticos más virulentos. Me da mucho placer decir eso. ¿Me convierte eso en una mala persona?

P: ¿No es también en parte porque la frontera entre la ficción literaria y la ficción de género se ha vuelto más porosa? La antigua distinción entre lo alto y lo bajo no existe de la misma manera.

King: Bueno, sigue existiendo una línea extraña para mí, al menos y totalmente subjetiva entre la alta cultura y la baja. Un aria de Rigoletto, La donna è mobile, por ejemplo, es alta cultura. Sympathy for the Devil de los Stones es baja. Ambas son geniales, así que imagínate.

P: He oído que le gusta escribir con la música alta. ¿No le distrae eso?

King: Estoy escuchando Fine Young Cannibals [ahora mismo]. Pronto seguirán Danny and the Juniors y los Animals. Me encanta el rock, cuanto más fuerte, mejor.

P: Pero, ¿deja la música una huella en el tono o el ritmo de un libro? ¿Difiere un capítulo escrito mientras se escucha a los Animals, por ejemplo, de otro escrito bajo la influencia de los Ramones?

King: A veces la música que escucho puede afectar a la elección de palabras, o provocar una nueva línea, pero nunca afecta al estilo.


Stephen King y Owen King presentación Bellas durmientes

Stephen King y su hijo Owen durante una presentación de Bellas durmientes.


P: Es usted asombrosamente prolífico. ¿Qué opina de los novelistas que pasan años escribiendo y reescribiendo una novela? ¿Envidia por su rigor? ¿Exasperación?

King: Algunos escritores tardan años; James Patterson tarda un fin de semana. Cada escritor es diferente. Yo creo que un primer borrador debería durar unos cuatro meses, pero así soy yo. Y repaso mi trabajo obsesivamente. Otra cosa: la vida creativa es absurdamente corta. Quiero abarcar todo lo que pueda.

P: ¿Se ha obligado alguna vez a ir más despacio?

King: ¿Ir deliberadamente más despacio? No, nunca. He escrito a mano alzada [El cazador de sueños], pero ¿picar y pulir obsesivamente? No. Si sigues hurgando una costra, harás que sangre en lugar de curarse.

P: Ha dicho que sus personajes a veces hablan en su cabeza hasta el punto de que borran el mundo real. Eso hace que escribir ficción suene como un primo cercano a una enfermedad mental...

King: No creo que escribir sea una enfermedad mental, pero cuando estoy trabajando y va muy bien, el tiempo y el mundo real desaparecen.

P: Si ese es el estado de gracia ideal, ¿es a veces difícil dejarlo ir? ¿Alguna vez se ha visto perseguido por libros o personajes que aparentemente ha dejado atrás?

King: A veces los personajes, como Holly Gibney de los libros de Mr. Mercedes y El visitante, lloran por volver o Roland de Gilead pero son las excepciones.

P: Ha colaborado con el escritor Peter Straub (en las novelas El talismán y Casa negra) y con sus hijos Owen y Joe. ¿Hay algún otro con el que le gustaría escribir una novela?

King: Me encantó colaborar con mis chicos, y con Peter Straub, y espero volver a hacerlo. Me encantaría colaborar con Colson Whitehead, Michael Robotham, Linwood Barclay, Alex Marwood, Tana French. No hay tiempo, supongo, pero serían mezclas geniales. Lo ideal es hacer una mezcla con alguien tan completa que se convierta en una tercera voz.

P: El presidente ordena quemar todos los libros de Estados Unidos. Tienes tiempo de salvar tres de tus propias novelas. ¿Cuáles serían?

King: ¿Qué libros míos guardaría? Pregunta tonta, pero jugaré. La historia de Lisey, Apocalipsis y Misery.

Entrevista original realizada por Xan Brooks y publicada en el sitio web de The Guardian el 07/09/2019. Traducción de Óliver Mayorga.

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